Pequeño robot

Pequeño Robot quería ser un niño como todos los niños. Jugar como todos los niños. Tener amigos como todos los niños. Pero cuando intentó hacer amigos, los niños no lo quisieron. -¡Vete de aquí! -le dijeron- ¡Ni siquiera tienes ojos como los nuestros! ¡Das mucho miedo! Pequeño Robot se fue con la cabeza baja. Habría llorado si hubiera podido, pero con sus ojos de robot no se podía llorar. -Papá -dijo al llegar a casa-. Quiero tener ojos como los de los demás niños. -Eres un robot perfecto, no los necesitas... pero si es lo que quieres, te los haré. Y el papá del pequeño robot construyó unos enormes y preciosos ojos humanos. Pequeño Robot, la mar de contento, volvió a donde los niños jugaban. -Ahora tengo ojos como los vuestros -dijo muy ilusionado. Los niños dejaron de jugar y lo miraron muy fijamente. -Nos da igual que tengas ojos. No tienes nariz. ¡Das mucho miedo!
Pequeño Robot se fue con la cabeza baja. Ahora sí podía llorar y lloró desconsolado. -Papá -dijo al llegar a casa-. Quiero una nar…
Pequeño Robot se fue con la cabeza baja. Ahora sí podía llorar y lloró desconsolado. -Papá -dijo al llegar a casa-. Quiero una nar…