El mono Remono se aburría mucho todo el día subido a un árbol.
-¿Y si trabajaras? -le dijo su madre la mona Remona.
Al mono Remono no le pareció mala idea, así que se bajó del árbol y fue en busca de trabajo.
-Podría ser peluquero -pensó Remono.
Y tal como lo pensó, lo hizo.
Su primer cliente fue Simón el león, que quería arreglarse la melena.
Remono cortó y cortó y cortó tanto que acabó dejando al león sin melena.
Simón se enfureció, rugió, gruñó y persiguió a Remono que se salvó por los pelos de ser zampado.
-Quizás debería probar como pintor -pensó Remono.
Y tal como lo pensó, lo hizo.
Su primer cliente fue Cirilo el cocodrilo que quería pintar su casa.
Remono pintó y pintó y pintó: las paredes, el techo, el suelo, las sillas, las mesas, los armarios...
Cirilo se enfureció, gruñó y poco le faltó para zamparse a Remono de un bocado.
-¿Y si fuera sastre? -pensó Remono.
Y tal como lo preguntó, lo hizo.
Su primer cliente fue Atila el gorila que quería un traje para una boda.
Remono cosió y cosió y cosió hasta acabar el traje: con una pata más larga que la otra, con las mangas cosidas y sin ojales.
Atila gruñó y rugió y persiguió a Remono que corrió y corrió hasta llegar a casa.
Cansado, agotado y agitado, Remono dijo a su madre:
-Esto de trabajar es muy peligroso, mejor me quedo en casa.
awww que ternura de mono! que delicia de relato!!!! es un lujo leer tus cuentos :D xoxo eliz
ResponderEliminarElizabeth Segoviano: Lo que es un lujo es tenerte a ti por aquí y que te gusten mis cuentos :)
ResponderEliminarJajaja... ¡Me encanta! ¡Divertidísimo! ¡Enhorabuena! Con tu permiso, tenemos que hablar de él en nuestro blog:
ResponderEliminarhttp://ladivinabiblioteca.blogspot.com.es/2013/06/el-cofre-de-los-cuentos.html
Inma Torrijos: Me encanta que te haya gustado este cuentito... y los demás parece que también. Muchas gracias por compartirlo en el blog del colegio y, ya sabes, pásate por aquí siempre que quieras y da por supuesto el permiso para compartir lo que quieras :)
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