Mi mamá es bruja. Una bruja sin arrugas, sin narizota y con botas, pero bruja, bruja, requetebruja.
Mi mamá tiene un enorme sombrero puntiagudo, pero no lo usa porque dice que le queda fatal y que para volar en escoba mejor usar casco, por si los coscorrones y tal.
En la cocina, junto al microondas, guarda una olla muy gorda donde prepara pociones con ojos de escorpiones y alas de mosquito, y una sopa muy rica cuando estoy malito.
Mi mamá es bruja rebruja, una bruja de las de verdad verdadera,
Eso les dije hoy a mis amigos y ninguno se sorprendió.
Adriana dijo:
-¡Vaya cosa! Mi mamá también es bruja y todas las noches asusta a los monstruos que se esconden en mi armario.
Mario dijo:
-¡Bah! Mi mamá me cura todas, pero todas las heridas con un beso.
Lucía dijo:
-Mi mamá, en un pispas, transforma papeles en muñecas.
Daniel dijo:
-Pues la mía sabe cómo encontrar todo, absolutamente todo, lo que se pierde.
Yo bufé y rebufé. Eso no podía ser:
-¡Que no, que mi mamá es bruja pituja y rebruja, con varita y gato granuja!
Pero mis amigos seguían dale que dale, que si mi mamá hace esto, que si mi mamá hace lo otro.
Yo entonces me callé y pensé, repensé y seguí pensando. Y tras mucho pensar dije:
-Entonces, ¿es que todas las mamás son brujas?
-¡Claro! -dijeron todos mis amigos.
Y yo volví a pensar otro rato. Y cuando pasó ese rato dije:
-Bueno, si vosotros lo decís... ¡Pero de todas las brujas mamás mi mamá es la más especial!
Hola muy linda historia!!! seguro que todos pensamos que nuestra mamá es la bruja más especial de todas!!! muy tierno cuento
ResponderEliminartambién vengo a decirte que te he dado el premio Liebster para reconocer el esfuerzo que le pones a tu bello blog, te espera en mi espacio :)
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