Una tarde de lluviosa lluvia en que yo me aburría, me contó mi abuelo que había sido pirata: con su pata de palo, su garfio, su parche, su loro y su todo.
Que tiene una pierna de madera porque cierta tarde, refrescándose los pies después de un abordaje, apareció un tiburón blanco (un poco escuchimizado) y, de un sólo bocado, se le zampó media pierna y que si no le comió más fue porque le dio golpes en el hocico con un palo que encontró a mano.
Que el garfio no le hacía falta, que tenía las dos manos, pero que en un pirata un garfio siempre queda elegante.
Que el parche se lo ponía según tuviera el humor: si era bueno, en el derecho, si era malo en el izquierdo y, para dormir, en los dos.
Y que el loro hablaba tanto que más de una vez lo amenazó con meterlo en el puchero para que callara... y el loro no se calló.
Me contó también mi abuelo que surcó los siete mares, veinte ríos de los grandes y como treinta enormes lagos.
También me dijo mi abuelo que lo que más le gustaba era ponerse en el puente y gritar a diestro y siniestro todo aquello de:
-¡Izad el ancla! ¡Arriad las velas! ¡Todo a estribor!
Y decir eso del bauprés, y lo del foque y venga babor por aquí y venga estribor por allá, y que si la popa y que si la proa y, en fin, todas esas palabras raras que sólo entienden los marineros.
Me habló, aquella tarde lluviosa y aburrida, de una tormenta, llena de rayos y truenos, con unas olas enormes y con un viento tan fuerte que llevó el barco a tierra y lo dejó, como si nada, en un desierto de arena. Allí se pasaron meses, sin nada que piratear, usando las velas de sombrilla, abordando a los beduinos y robando camellos hasta que tuvieron suficientes para que tiraran del barco y llevarlo de nuevo al mar.
También me contó de aquella vez en que el mapa del tesoro los llevó a tierras extrañas, llena de seres muy raros: hombres con cuatro brazos, monos con un solo ojo, leones grandes como elefantes y elefantes muy enanos. Vivieron mil aventuras buscando el lugar exacto y, cuando al fin lo encontraron, y lo abrieron, y lo miraron, se llevaron un gran chasco: allí no había monedas, ni joyas, ni oro ni nada de lo que pensaron, sólo libros y más libros de todos los tamaños. ¡Qué desilusión y qué enfado! Y no es que no les gustara leer es que, aquellos piratas tan bravos, no sabían leer ni del derecho ni del revés. Sólo mi abuelo sabía y durante el viaje de vuelta les leyó todos los libros que allí estaban guardados.
Me contó muchas más cosas mi abuelo aquella tarde y yo me lo pasé en grande.
Cuando se lo conté a Pablito, que es mi mejor amigo, me dijo que todo eso eran mentiras de mi abuelo, historias para pasar un buen rato y yo casi me enfado pero luego me dio igual. Yo sé que todo es verdad.
He visto su pata de palo.
He visto el garfio, el parche... ¡y hasta al loro disecado!
También he visto los libros de aquel tesoro tan raro y mi abuelo ha prometido que me los prestaría todos y contarme más historias de aquellos tiempos lejanos.
Y cuando yo sea mayor, también seré un gran pirata, con una pata de palo, un garfio, un parche y un loro.
El alumnado de 1º de EPO, del CEIP José María Pemán de Jerez, comenta:
ResponderEliminarLara: Gracias Dolo por hacernos este cuento porque va de lectura y me encantan los libros.
Claudia: Me ha parecido precioso. Gracias.
Stephanie: Me ha gustado mucho.
Ezequiel: me ha gustado mucho el cuento, pero no los piratas. Lo siento Dolo Espinosa, pero no me gustan los piratas.
Laila: me ha gustado un montón el cuento y por ello, le doy cientos de besos a Dolo. Ha sido muy bonito. Gracias por este cuento.
Kevin: me ha gustado mucho y en especial, los piratas. Gracias por estos cuentos.
Arantxa: me ha gustado el dibujo de los piratas y los piratas. Me gustaría ser un pirata. Muchos besos por hacer el cuento.
Adriana: me ha encantado el cuento. Me gustaba cuando el pirata estaba cantando y cuando el niño ha oído las aventuras.
Irene: me ha parecido todo muy bonito. El pirata se sentía muy contento recordando sus historias.
Mario: me ha gustado mucho cuando el pirata le contaba al niño sus historias. He dibujado el tesoro y la señal del tesoro.
Jesús: me ha gustado el barco pirata en la isla.
Víctor: me ha parecido muy chulo porque me gustan mucho los piratas y yo juego mucho con ellos y mi hermano.
Marduk: me ha encantado el cuento. Me ha parecido muy bonito que el pirata las historias al niño y la decisión del niño de ser pirata de mayor.
Mª Luisa, maestra de este grupo de personitas. Gracias a ti, pasamos momentos increíbles leyendo, dibujando y comentando tus cuentos. Cuando apareces, se crea un clima de expectación y magia que no puedo expresar con palabras. Me encantaría que algún día los pudieras disfrutar junto a nosotros/as. Abrazos.
Antes de comenzara a responder, quiero pediros disculpas, muchas disculpas, por haber tardado tanto en responderos y en poner otro cuento. Prometo intentar no volver a tardar tantísimo la próxima vez :)
ResponderEliminarLara: A mí también me encantan los libros, y las historias, y los cuentos... :)
Claudia: Me alegra que te gustara, gracias a ti :)
Stephanie: Me gusta que te guste :)
Ezequiel: No pasa nada si no te gustan los piratas... y a ellos tampoco les importa :) Si me dices que te gusta igual puedo escribir algo sobre ello.
Laila: Me guardo todos esos besos y te mando otros cientos a ti, gracias a ti :)
Kevin: Los piratas molan (aunque no le gusten a todos), a mí me encantan :)
Arantxa: ¿Un pirata con parche en el ojo y pata de palo? ¡A mí también! Pero que la pata de palo sera de mentira :D
Adriana: Te ha gustado cuando cantaba el pirata porque no le has oído cantar :D Me alegra que te haya gustado :)
Irene: Claro que se sentía contento, recordar cosas agradables nos pone contentos a todos :)
Mario: Has hecho unos dibujos muy, pero que muy bonitos, muchas gracias :)
Jesús: Genial, me encanta que te haya gustado :)
Víctor: ¿Juegas a los piratas? ¿Eres el famoso capitán Barbatorcida? :) Yo también jugaba a piratas cuando era pequeña :(
Marduk Normal que el niño decidiera ser pirata de mayor, tiene pinta que eso de ser pirata es muy divertido :)
Mº Luisa: Querida profe, gracias a ti por darme la oportunidad de compartir unos ratitos con esas personitas tan maravillosas, por saber qué sienten ellos al leer mis cuentos y por hacerme sonreír con sus comentarios. Para mí,todo esto, también tiene mucho de mágico. Nada me gustaría más que poder estar presente en una de esas clases, lástima de distancia.