El elefante
Un elefante, elegante, enervante y exultante,
desfilaba desafiante y trompeteante.
Un elefante, elegante, enervante y exultante,
alzando la trompa amenazante,
desfilaba acechante,
siempre adelante.
Rumbo al río refrescante desfilaba
un elefante, elegante, anhelante y exultante.
Erizo
Eleva el erizo su enana nariz
y olisquea el enésimo trozo de raíz,
escoge, educado, el que le da una lombriz,
y lo engulle, elegante, cual institutriz.
El enano erizo su nariz eleva
y el pequeño trozo de raíz olisquea
educado escoge el que la lombriz le da
y cual institutriz lo engulle con elegancia suprema.
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